QUE ES UN MALA

La palabra "mala" proviene del sánscrito y es el concepto que define en el ámbito hindú un collar, muy similar al rosario católico, que se utiliza para orar.

Un mala puede ser más o menos largo pero debe estar realizado con 108 perlas más una perla gurú que se denomina meru.

En el budismo las 108 perlas simbolizan los 108 tomos de las enseñanzas de Buda.

En el hinduismo cada uno de estos 108 elementos se corresponden con un nombre de la divinidad a quien el creyente hindú le expresa sus ruegos.

En la tradición esotérica se recoge que la cifra 108 representa el número de los nombres de la divinidad.

Equivalen a 108 diferentes condiciones divinas.

La cifra 108 se compone de 12 x 9.

12 es también el número del zodiaco y representa a su vez los 12 ámbitos de experiencia/temas de que disponemos para nuestro desarrollo.

La cifra 9 representa los eslabones evolutivos en esos 12 ámbitos/temas que deben ser trabajados.

Un mala se utiliza en el área del desarrollo personal así como en diferentes ámbitos para recitar los mantras.

Mediante las diferentes perlas se hace un seguimiento de las veces que deben ser repetidos estos mantras.

Por cada perla se reza un mantra.

¿Cómo se trabaja con un mala?

Antes de iniciar la recitación de un mantra deberíamos prepararnos durante unos momentos para el trabajo energético que vamos a realizar.
A tal efecto tomamos el mala entre nuestras manos y las llevamos frente al corazón.

En ese momento podemos orar, concentrarnos en uno de los aspectos divinos del mantra que recitaremos o formulamos nuestra petición.

También podemos limitarnos a escuchar dentro de nosotros y después nos concentramos en el contenido del mantra y/o el motivo que nos impulsa a esa recitación.

Comenzamos a rezar el mantra con las primeras 108 perlas.

Las perlas las vamos pasando con el dedo pulgar y corazón.

Cuando se tiene entre los dedos la última de las 108 perlas nos detendremos por unos momentos sosteniendo la perla más grande, la perla gurú o meru.

El procedimiento se repetirá cada vez que lleguemos a la perla guru durante el trabajo con el mala.

La práctica ha demostrado la utilidad de aprovechar este momento para volver a meditar sobre el sentido y el motivo del trabajo que nos hemos propuesto y/o volvernos a plantear la petición que nos impulsaba.

Un buen ejercicio consiste también en detenerse sobre esa perla gurú e imaginarse cómo nos sentiríamos si nuestro petición hubiese sido atendida.

Llegados a este punto seguimos con la recitación del mantra volviendo hacia atrás.

Dicho de otra forma: nunca debemos sobrepasar la perla gurú.

Una vez alcanzada nos detenemos unos momentos y desandamos el camino.

La recitación de un mantra con el mala constará de al menos una vuelta completa, o sea: el mantra se habrá repetido un total de 108 veces.

Con este trabajo ya se alcanza una efectividad energética aceptable.

Se puede incrementar la efectividad si se realiza 3 x 108 veces.

Los resultados si procedemos a trabajar con el mantra 6 x 108 veces son considerables.

Al final de la recitación nos detendremos como ya hemos descrito sobre la perla gurú.

Podemos sostener tanto esa perla como todo el mala entre las manos cerca del corazón, damos las gracias y meditamos brevemente acerca de cómo nos sentimos.

Con el paso del tiempo el Mala acumula más y más energía y se desarrolla hasta convertirse prácticamente en un lugar de poder personal.

En ese punto tan sólo llevándolo o sintiéndolo-en-uno pueden experimentarse efectos energéticos positivos.

Se puede poner entonces bajo la almohada por la noche para sentir sus beneficios!